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CRESSON y los
efectos sonoros
efectos sonoros en el CHCDMX
Para lograr una mayor reflexión en torno a la escucha cotidiana y a la noción de subversión sonora presentada en este trabajo, algunos de los efectos sonoros propuestos por CRESSON se ponen en consideración (desde la referencia de la arquitectura, psicología de la percepción, sociología y cultura cotidiana) en relación a la propuesta de cartografía sonora. Con este acercamiento se permite disponer de más elementos de análisis que proporcionen otras maneras de abordar una realidad social y una expresión artística donde el conflicto está presente.

Al pensar esta realidad desde lo sonoro como subversiva, surgen varias interrogantes: En el CHCDMX ¿se intentan silenciar voces y sonidos? ¿Cuáles? ¿La escucha o silenciamiento de estos elementos del paisaje sonoro implica un acto violento o la evidencia de una realidad social en conflicto? ¿Cuál es la función del artista (sonoro) en cuanto a la evidencia de un fenómeno como la subversión sonora? ¿Qué implicaciones éticas y estéticas emergen al momento de hacer el registro o proponer la escucha de un paisaje sonoro sobre la subversión sonora?
Primero encontramos el efecto de ATRACCIÓN, en el cual "un fenómeno sonoro emergente atrae y polariza la atención, consciente o inconscientemente. La magnitud de este efecto puede variar desde la comprensión fugaz a la completa movilización de la atención". La dinámica que se da en buena parte de la calle Del Carmen-Correo Mayor ilustra oportunamente este efecto.

Conforme vamos avanzando en esa calle, nos movemos entre los gritos de los vendedores que buscan atraer la atención. Sea gritando con gran intensidad, sea caracterizado por el timbre vocal y una ingeniosa frase de venta, la presencia del pregonero emerge a partir de cómo suena, y es en este contexto de competencia que se debe hacer notar más para imponerse a todo el bullicio del entorno y lo que es más, para sobresalir de entre los otros vendedores. En sí, el afecto de atracción nos habla implícitamente de un enfrentamiento entre el emisor y el ambiente en general (otros emisores, otros vendedores) por instaurarse como centro de atención en una actividad cotidiana.





A su vez, este efecto está vinculado con el efecto de EMERGENCIA, “efecto genérico que incluye la totalidad de apariciones sonoras que emergen en un contexto dado. A menudo junto a otro efecto, la emergencia no solo implica la irrupción de un sonido alto en un contexto de baja intensidad; también caracteriza la aparición de sonidos que difieren en timbre, tono o ritmo”. Esto es muy explícito en la realidad del CHCDMX, ya que conforme nos movemos por la calle, numerosos sonidos aparecen, cada uno diferente del otro: el de las bocinas reproduciendo música y/o películas, los pregoneros gritando o con altavoces, el paso de los diablitos cargando mercancía diversa, los claxon y motores de vehículos. Las expresiones de la subversión sonora en el CHCDMX emergen y atraen, aunque en ocasiones en un sentido negativo, provocando el efecto opuesto: la repulsión.

Otro efecto fácilmente identificado en este entorno sonoro es la dupla CRESCENDO/DECRESCENDO. Estos efectos se producen por un incremento o una disminución progresiva en la intensidad de un sonido. En el caso del perímetro delimitado podemos ubicar estos efectos conforme nos acercamos o alejamos de una fuente sonora (bocina, vendedor) o cuando la fuente sonora se acerca o aleja de nosotros (el caso de los camiones y motocicletas), pero de igual manera podemos establecer estos efectos a nivel general a partir de relacionarlos con la jornada laboral:








De forma gradual la intensidad de ese todo va aumentando conforme avanza el día, logrando su punto de mayor intensidad en el lapso de las 13:00 a las 17:00 horas, para luego decrecer marcando el final de la dinámica comercial de ese espacio. Algunos de los paisajes sonoros que se presentan, permiten identificar la condición del crescendo/decrescendo a partir del movimiento del caminante, más no se logra captar esta condición en la totalidad de la jornada, dada la duración de los tracks.

Otro efecto muy presente en el entorno urbano es el CUT OUT (o de corte), el cual se refiere a una "caída repentina de la intensidad asociada con un cambio abrupto en la envoltura espectral de un sonido o una modificación de reverberación. Este efecto es un proceso importante de articulación entre espacios y locaciones; puntualiza el movimiento de un ambiente a otro". En el perímetro elegido del CHCDMX encontramos que este efecto se manifiesta, por ejemplo, en la calle Alhóndiga, donde la caída de intensidad se hace presente al recorrer la primera cuadra, luego de esta el ambiente sonoro se estandariza hacia la calma.





En el caso de la calle Del Carmen-Correo Mayor, la bajada en la intensidad aparece de forma intermitente en dos lugares identificados: el Museo de las Constituciones y la parte sur de Palacio Nacional. Si bien no deja de haber estímulos acústicos, la intensidad es inferior a todo el demás recorrido por esa vialidad. En estas ubicaciones hay mínima presencia de vendedores ambulantes.







Podemos entender bien el efecto de corte al percibir el cambio que ocurre al dar vuelta en una esquina, pensemos por ejemplo, en el cambio sonoro que implica ir caminando por la calle República de Guatemala, de oriente a poniente, y de pronto llegar a Correo Mayor, donde desde la esquina se puede ya percibir una saturación de ruidos y sonidos (gritos, motores, música). El efecto de corte se puede distinguir de dos maneras: al nivel del emisor (cuando los vendedores cada cierto tiempo toman un descanso de gritar, cuando el conductor de una motocicleta deja de pitar) y cuando es determinado por las condiciones de propagación (la arquitectura, las superficies, los materiales de construcción, la organización del espacio público). El efecto de corte se encuentra de manera permanente en la forma en cómo percibimos el espacio y el tiempo y cómo nos ubicamos bajo esas condiciones.

En este sentido, el cut out acentúa la idea de identidad sonora de un espacio, ya que se da un "marcaje social de lugares por sonidos, favoreciendo la aparición de entornos sonoros firmados. Este término designa lugares en los que hay autores reconocibles y dejan marcas sonoras que contribuyen a la identidad del lugar". La actividad y presencia de los vendedores en Del Carmen-Correo Mayor nos habla de un territorio firmado, en el que ellos son la marca distintiva del lugar. Sus gritos, chiflidos y ruidos identifican el espacio como un lugar dominado por las relaciones entre grupos de comerciantes, en el cual la presencia y peso de la autoridad es mínimo. La identidad de este lugar se presenta como subversiva. El efecto de corte a nivel del emisor es el que se puede identificar en las grabaciones, a nivel de propagación esta condición no se refleja en los registros.

Otro efecto que evidencia una permanente lucha en ese entorno acústico es el de MÁSCARA, el cual implica la presencia de un sonido que enmascara parcial o completamente otro sonido dada su intensidad o la distribución de sus frecuencias, “este efecto, demostrado fácilmente de forma acústica, también implica una reacción psicofisiológica subjetiva: el sonido que enmascara puede considerarse como parasitario o favorable, dependiendo de si el sonido enmascarado se percibe como agradable”. El visitante a esa parte del CHCDMX encontrará en su recorrido, ya sea en movimiento o detenido, la ocurrencia del enmascaramiento: las voces de algunos vendedores son ocultadas por los gritos de otros vendedores, que a su vez son enmascaradas por la música de una bocina o por el pregón que se expresa con altavoz.





La presencia del enmascaramiento confirma la disputa por el espacio público, aquel que enmascara los demás sonidos es quien tiene una posición más favorable para ejercer el control. En general, el enmascaramiento que se presenta en las calles recorridas presenta un uso comunicacional (los chiflidos, los gritos de los comerciantes) y en el lado opuesto, para eliminar parte de lo que se comunica (gritos que buscan imponerse a los gritos de la competencia, el uso de walkie talkies para avisar oportunamente la presencia de alguna redada policial, que si bien es comunicación, la misma se da ocultada). El enmascaramiento es el efecto que más se hace evidente en las grabaciones presentadas, particularmente en las correspondientes al recorrido Del Carmen-Correo Mayor.

Otro efecto muy presente en este ambiente sonoro complejo es el de SINÉCDOQUE, el cual se refiere a la "habilidad de valorizar un elemento específico a través de la selección. La escucha selectiva, una capacidad fundamental, está presente en todos los comportamientos sonoros cotidianos. Es producido por la simple vigilancia acústica, por la determinación de un criterio funcional predominante, o por adhesión a un esquema cultural estableciendo una jerarquía". A través de la percepción vamos seleccionando unos sonidos mientras otros los olvidamos o los borramos. De forma que el efecto de sinécdoque se complementa siempre con el efecto asíndeton (la supresión de la percepción o memoria de uno o varios elementos sonoros en un todo audible), ya que para apreciar unos sonidos, otros deben ser eliminados de la experiencia cotidiana.

Durante el recorrido en el perímetro elegido del CHCDMX, y como hemos leído con otros efectos sonoros ahí presentes, la percepción de los sonidos va guiada a partir de la atracción, la emergencia, el crescendo/decrescendo, el corte, estos efectos permiten una valoración específica de la escucha sobre determinados estímulos acústicos. En este caso, esta valoración se perfila hacia las expresiones de la subversión sonora manifestadas por los toreros y otros vendedores ambulantes. Además de las implicaciones políticas ahí generadas, estos sonidos son portadores de una riqueza acústica única, ya que son expresiones que conforman la identidad de ese espacio (la calle Del Carmen-Correo Mayor). Las expresiones acústicas de la subversión se nos presentan como símbolos sonoros identitarios.





Situaciones de peligro o donde instintivamente los sentidos están más atentos, acentúan la intención de escuchar. Así por ejemplo, los vendedores están más sensibles a ciertos elementos del paisaje sonoro de la zona donde trabajan: chiflidos y gritos de otros vendedores alertando de la presencia de policías, la escucha de sirenas. En este sentido, "los símbolos sonoros existen para los habitantes de un lugar, entendidos mediante la escucha. Estos símbolos están localizados a una escala microsocial y dan coherencia a la percepción del distrito. Así, el efecto sinécdoque permite la estructuración del espacio a un nivel sonoro. Favorece el marcaje de lugares asociando sonidos con ellos: ya sea una voz humana en una gran calle o el tintineo de una placa de metal en el mercado, la organización perceptiva toma en cuenta las particularidades locales".

Pensando en la concepción de sinécdoque como figura retórica que permite la designación a un todo del nombre de una de sus partes, su utilización en el marco del entorno acústico permite señalar esta relación siempre presente en que el grito de los vendedores nos está indicando el desarrollo de una actividad comercial, el ambulantaje, el cual mayormente se relaciona con la informalidad. En el caso de las fonografías realizadas, este efecto no se logra identificar con plenitud, ya que a partir de la escucha de estos registros no se puede transmitir cabalmente la idea de una identidad sonora de ese espacio, como se ha mencionado anteriormente, el registro impide transmitir un sentido de verdad, el nivel que alcanza es el de una representación. Es necesario vivir personalmente la experiencia de recorrer ese espacio para advertir la ocurrencia de esa realidad conflictiva.

El ambiente que se vive cotidianamente en el CHCDMX está también condicionado por el efecto de REPETICIÓN, esto es, "la reaparición de ocurrencias sonoras similares [...] cualquier sonido o grupo de sonidos, simples o complejos, pueden estar involucrados. Además, el efecto de repetición no determina un sistema específico de percepción o un contexto psicomotor típico: múltiples actitudes pueden estar relacionadas a él". En el ritmo de la cotidianidad del Centro, la repetición se presenta de dos formas, por un lado como un proceso de comunicación o como elemento de información (las idas y vueltas de trabajadores con diablitos y mercancía, los chiflidos entre los trabajadores que establecen un código de comunicación, los gritos de los vendedores a los posibles clientes) que sirve de enlace entre diversos agentes sociales involucrados en ese espacio.






Por otro lado, la repetición marca el flujo permanente del tiempo (algunos pájaros en la mañana, el rumor y ruido que gobierna durante la tarde, los grillos por la noche, las campanas de algún templo de acuerdo a la hora). Reproducción de sonidos a intervalos irregulares que en esta dinámica se refieren a una esfera de la economía formal e informal, que es la esencia de ese ambiente. De alguna forma, todos estos sonidos "crean tanto el marco rítmico de la vida cotidiana, puntuado por repeticiones que se mantienen inadvertidas, así como ocurrencias inusuales que la repetición revela como extraordinarias". Igualmente, la propuesta de cartografía sonora se queda muy limitada en poder transmitir el efecto de repetición que ahí ocurre. La misma duración de las pistas no permite percibir la complejidad de los ciclos que ahí se desarrollan.

En la vivencia de recorrer el perímetro delimitado para la cartografía sonora podemos ubicar otros efectos que se presentan cotidianamente: REMANENCIA y COCTEL. El primero se manifiesta como la continuación de un sonido que no se escucha más, pero que luego de su extinción (de su emisión y propagación), queda la impresión de que permanece en el oído. Este efecto no implica el uso de la memoria temprana o profunda, "es simplemente el trazo mnésico de señales sonoras suprimidas". Esto ocurre constantemente con los gritos, que pareciera que se quedan atorados en la cabeza del escucha. Es sólo al cortar el ambiente, esto es, salir de ese espacio, que el dominio sensorial vuelve a la normalidad. Una impresión fuerte también puede fungir como característica de este efecto, escuchar una pelea, escuchar cuando los vendedores se esconden de la policía son eventos acústicos que se quedan con nosotros por algún tiempo difícil de determinar.

Por otro lado, el efecto coctel es el cual tiene que ver con “nuestra capacidad de enfocar la atención en el discurso de un orador específico, ignorando la información proveniente de los alrededores. En este tipo de contexto metabólico, los componentes sonoros son casi equivalentes en intensidad y frecuencia: Es su multiplicación lo que crea el nivel sonoro circundante”, en el CHCDMX se hace presente pero desde la perspectiva de la persona que recorre esas calles. El visitante es quien decidirá a dónde dirigir la atención, qué sonidos discriminar y que otros asimilar. Por parte de los ambulantes también se establece este efecto, aunque con una mayor apertura a la escucha en general. Lo que se descarta y se intenta borrar es la presencia de otros vendedores que impliquen un menor ingreso personal.

Cabe señalar el efecto de INTRUSIÓN que podría pensarse que aquí se desarrolla en totalidad, pero no puede aplicarse cuando uno (el visitante), se introduce en un territorio que no es el personal o íntimo. Sin duda hay una intromisión de estímulos muy marcada, pero no implica la violación a la integridad del individuo. En el caso de quienes ahí trabajan el efecto sí aplica, ya que constantemente se está efectuando una intrusión ilegítima de las expresiones de la subversión sonora en los cuerpos, una batalla permanente por imponerse frente a las demás fuentes sonoras.
Los efectos sonoros presentados se hacen evidentes en la vivencia del momento en el entorno acústico. Sin embargo, y como es el caso de los tres últimos efectos, éstos no se pueden advertir en el ejercicio de Cartografía de la subversión sonora. En este tono, la aproximación realizada permite evidenciar una serie de vacíos e inconsistencias relacionadas a la imposibilidad del dispositivo de grabación por mostrar fielmente dicha realidad, así como en las decisiones tomadas al momento de realizar el registro (posición de la grabadora, duración de las grabaciones, periodicidad y tiempo de los recorrido, imposibilidad de abarcar otras posibles manifestaciones acústicas ocurridas al mismo tiempo en otro espacio del perímetro).

El resultado es apenas un acercamiento, la identificación de un fenómeno social que ahí ocurre diariamente, pero que es muy complicado cubrir en totalidad. La documentación de la realidad no implica que lo que ahí se presenta sea la verdad, es por eso que todo acercamiento o delimitación desde cualquier expresión humana, presenta una condición de subjetividad imposible de borrar.
Presencia del efecto de atracción y de emergencia en la calle Corregidora (noviembre, 2016)
Ejemplo del efecto crescendo/decrescendo en relación a la jornada laboral: calle Del Carmen hacia Venezuela (noviembre, 2016)
Mañana
Tarde
Noche
Presencia del efecto cut/out en la calle Alhóndiga (noviembre, 2016)
Presencia del efecto cut/out en la calle Del Carmen/Correo Mayor (noviembre, 2016)
Del Carmen rumbo Justo Sierra
Corregidora rumbo Soledad
Presencia del efecto máscara en la calle Del Carmen rumbo a Bolivia (noviembre, 2016)
Presencia del efecto sinécdoque en la calle Del Carmen rumbo a Colombia (noviembre, 2016)
Presencia del efecto repetición en la calle Alhóndiga rumbo a Guatemala (noviembre, 2016)